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Subiendo escalones

Imagínese que usted está llevando una mochila muy pesada, tan pesada que le arquea la espalda. Ahora visualice una escalera muy, muy alta, llena de escalones y en el piso de arriba, a donde llega su punto de vista, está aquello que más le interesa obtener o conquistar. El primer impulso es subir la escalera lo más rápido posible para alcanzar su meta cuanto antes, sin evaluar las condiciones del lugar o la respiración. Pero entonces se acuerda de la mochila pesada que lleva en la espalda, empieza a sopesar los pros y los contras de la tarea por delante y gradualmente va invalidando su sueño, convenciéndose de que no es tan importante para usted y termina desistiendo de subir la escalera, de lograr sus metas, de perseguir lo que más quiere, de darse cuenta de lo que realmente quiere.

Ahora imagine que usted está llevando esta misma mochila muy pesada, pero en lugar de mirar hacia arriba, usted decide mirar para adelante. Frente a usted hay sólo un peldaño. Lo sube y siente que la mochila es más pesada de lo que había notado. Entonces revuelve la mochila, en busca de algo que puede caer, largar, dejar ir. Y descubre que un buen artículo para deshacerse es la pereza, la coloca en el primer peldaño. Mira hacia adelante y ve otro escalón, lo sube y decide deshacerse de algún elemento más de su mochila para alivianarla aún más, y se elimina de información acerca de cómo subir escaleras, un libro pesado, que en realidad no tiene ningún uso, ya que su atención se centra ahora en escalones y no en escaleras.

A medida que sube los peldaños se va deshaciendo de los artículos que le arqueaban la espalda y le hacían pesada la mochila; información pasada sobre cómo hacer correctamente las cosas, las expectativas de futuro, formas de cómo obtener diferentes cosas, creencias de que no puede y creencias de que hay una manera correcta de hacer las cosas, la mochila se pone cada vez más liviana. En cada nivel alcanzado, usted se vuelve más firme y confiado.

escalera Y a medida que va subiendo va sustituyendo el peso que le cargaba la espalda por la fuerza que adquiere en su cuerpo,  por la  experiencia real de la utilización de sus propios músculos, por su fuerza de voluntad, su perseverancia, su  respiración, sus cálculos de cómo subir sin cansarse, sin mirar atrás y sin levantar la vista. Sólo y siempre mira hacia  adelante al peldaño que está frente a usted, al paso del ahora.

Y al ver ahora qué es lo que puede descartar y qué es lo que puede incorporar a su mochila sin tener que tomar  cualquier cosa, se dará cuenta de que divide el proceso en fases y que ha alcanzado el nivel del miedo. Los temores de no  tener éxito, de que no es el momento adecuado, de que no puede, de que el aliento no alcance, miedo de ir solo, miedo  de no saber qué hacer después de su llegada. Y así, una cosa lleva a la otra y usted va vaciando cada vez más la mochila,  que estaba muy cargada con toda la información del miedo. Y después de la información del tiempo.

Y usted evalúa que el reloj sólo marca un tiempo continuo, pero que su tiempo de observación y de subir un escalón  más no tiene nada que ver con el tiempo cronológico, y de esa manera se descarta la idea del tiempo y su falta hace la  mochila es muy ligera. Y así, paso a paso, llega a la parte superior de la escalera. Notas curioso que la mochila está vacía,  todos los libros, la información, los miedos, temores, deseos, expectativas, controles, culpas, y muchos otros elementos  fueron dejados a lo largo de la escalera, junto con otros libros, informaciones y creencias de los demás que también subieron y han sido dejadas en el camino.

Llega a la cima y se da cuenta de la cantidad de experiencia que ha acumulado y de cómo le había sido tan difícil deshacerse de cosas muy pesadas, que parecían tener algún uso en el futuro, y que conservó por mucho tiempo. Pero ahora se das cuenta de que no tenían ninguna validez. Se da cuenta de que llegó a la cima por su propia voluntad y que cada paso fue dado con voluntad y conciencia, y que la sabiduría que ha adquirido vale más que todos los libros y la información que dejó en el camino. Que ahora cuenta con un conocimiento sólido, firme, desarrollado por usted mismo. Incorporado en su alma, como un grado de evolución.

Usted entiende cómo una ilusión pesa, desvía, engaña, cansa, desmotiva, embriaga, desalienta, corrompe el verdadero deseo de escalar y crecer. Y al llegar a la meta nota que los que le han ganado a la escalera en realidad se han superado a sí mismos, dejando atrás todo lo que era inútil, y que por otra parte, nunca fue parte de ellos y por eso pesaban tanto.

Que no servían para el encuentro consigo mismo, para el encuentro con lo más esencial de su forma de ser, su esencia, su manifestación más profunda, una voluntad que precede a la subida de la escalera. Y que usted construyó a su tiempo, a su manera, según su forma de ser, para llegar y conquistar todo lo que ha llegado a conquistar. Felicitaciones. Usted lo hizo.

Con cariño

Heloisa Aragão

 

2 comentarios

  1. Gabriel Gabriel

    Hola Eloisa, como le va?
    Está muy bueno el artículo.
    Hasta ahora leí éste y las 10 señales, el de las 10 señales me gustó mucho con éste (subiendo escaleras) me parece muy bueno, menciona cosas que yo normalmente las siento pero no las se expresar ni siquiera para mi como para ver el camino mas claro o para sentirme mas seguro. Yo voy a terapia por miedos, depresión, angustias y familiares de los nombrados jaja. Estoy medicado hace tiempo pero cada vez me siento peor, no logro salir y mi vida cada vez es mas acotada. Por eso creo llego a leer sus articulos, por estar buscando el como salir. Saludos. Gabriel

    • Rashuah Rashuah

      Hola Gabriel, te voy a responder por email.

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