El inicio de todo trabajo meditativo, sea cual fuera la técnica usada, necesita pasar antes de todo por la regularización del ritmo respiratorio y por la relajación física.
Regularizar el ritmo respiratorio es importante por tres motivos básicos:
Primer motivo – El cerebro necesita de oxígeno para funcionar. Respirar calmadamente, entonces, es sinónimo de una mente clara y objetiva que consigue funcionar bien y pensar claramente.
Segundo motivo – El foco de atención dirigido al ritmo respiratorio calma el estado emocional alterado.
Tercer motivo – Al concentrar nuestra atención en nuestra respiración, elegimos un único punto de atención y sincronizamos nuestros hemisferios cerebrales.
Sea cual fuera la técnica meditativa que vas a utilizar, todo comenzará por la respiración. Al final, no es así que una nueva vida comienza?! Por esos tres motivos básicos si quisieras aprender a meditar, inicia simplemente respirando para una nueva vida.
Vera Calvet