Paren el mundo que me quiero bajar
¿Has tenido la sensación de que diferentes situaciones están pasando a una velocidad muy rápida?, ¿situaciones desagradables, y todas juntas, que te dan una sensación de impotencia?, es como si el mundo se acelerase y todo se derrumbara sobre tus hombros. Tienes ganas de gritar: ¡que pare el mundo yo me quiero bajar!
¡No aguanto tantas situaciones y problemas todos juntos! ¿No me los podrían mandar de a uno?
Cuando esto pasa, te pueden dar unas ganas inmensas de quedarte quietito y dejando que el huracán pase, pero comportarse como un avestruz, en esos momentos, es la peor opción.
No va a ser el tiempo quien resuelva estas situaciones, debes hacerlo tú mismo, con tus acciones y con tus pensamientos. El tiempo va a continuar su rumbo, pero si te comportas como un avestruz, nada se resolverá solo. Por el contrario, si no actúas positivamente, las cosas solo tenderán a complicarse más y más.
Debes saber que el gran responsable de que nuestra voluntad se «lleve a las patadas» con todo, y de postergar las acciones escondiéndonos como un avestruz es el miedo!
¡Y el miedo nos puede hacer imaginar las peores cosas!
Pero con miedo o sin miedo, las cosas continuaran sucediendo y exigiendo tu acción, exigiendo que tomes decisiones. Y por más que pienses que no puedes tomar decisiones cuando sientes miedo, estarás tomando una decisión. Más aún, estarás haciendo la peor elección posible, que es la de no hacer nada y dejar que todo se complique todavía más.
En verdad, todos tenemos miedo delante de lo inesperado. Inclusive los que actúan rápidamente delante de una situación inesperada, ellos también tienen miedo. La diferencia entre estas personas y las que no actúan, es que ellas no dejan que el miedo modifique su actitud y toman elecciones lo más conscientes que pueden en ese momento. Ellas no prestan tanta atención a los pensamientos dramáticos de miedo y actúan. Y en la mayoría de las veces obtienen un buen resultado. Esto es porque una acción consciente es siempre mejor que cualquier paralización.
¡Parar nos deja a merced de la vida y de lo externo! En tanto que en la acción somos los que detentamos el arbitrio.
«¿Y si cometo un error?» Este es el argumento de quien está siendo dominado por el miedo. Si actúas y erras, evalúa, arregla, pide ayuda, y endereza el rumbo después. No vivir, no errar, y no intentar es el mayor error que podemos cometer.
¡No esperes a estar totalmente seguro y sin miedo para actuar positivamente! Pues cuanto más piensas y observas tu miedo, más crecerá y se convertirá en tu mayor compañero y tu peor enemigo.
El miedo es como un actor muy malo e inseguro que necesita de tu atención constante para aplaudirlo y cuanta más atención le des, más atención exigirá y te hará prisionero en tu palco. ¡Sal del teatro! Deja el miedo hablando solo y ve a luchar.
Busca tus soluciones, actúa. Y si no sabes cómo hacerlo, busca ayuda. Comparte tus preguntas con quienes confías. No tienes que saber todo y hacer todo solo. Y, ciertamente, habrá alguien que desea mucho ayudarte.
¿El mundo y las situaciones van rápidos por demás? Ve esto como una oportunidad para grandes cambios y estos cambios pueden ser negativos si continúas como un avestruz, pero ciertamente serán muy positivos si actúas positivamente/
¡No dejes que la energía negativa del miedo te invada!
¡Actúa consciente de tu momento ahora y de tu poder de acción y protección!
Con amor y mucho cariño,
Vera Calvet
Este asunto es ampliamente discutido en el libro que contiene el Curso de Meditación Ráshuah – Módulo I, que lo encuentras en la sección Libros