El miedo normalmente es consecuencia de pensamientos de impotencia delante del mundo o de alguien. Atribuimos una fuerza y un poder inmensos a una situación, y por eso nos sentimos pequeños e impotentes. Cuanto más pensamos de esa forma, más peligroso se torna ese monstruo imaginario a nuestros ojos! Al sentirnos débiles e impotentes de esa forma, todo puede causarnos miedo, porque creemos que cualquier cosa tendrá más poder que nosotros!
Como el miedo es un sentimiento que puede ser bastante irracional, puede no servir de nada intentar razonar sobre la propia condición, pues muchas veces las personas que se siente impotentes, reconocen que sus miedos son absurdos, sin fundamento lógico, por eso no les sirve de alivio cuando están delante del sentimiento..
Entonces, que es lo que funcionaría?
Lo que funciona no es apenas razonar, pensar con respecto a los miedos y del poder que le estamos atribuyendo a la situación en sí, hacer exactamente lo contrario: sentir, percibir y raciocinar con respecto a nuestro poder!
Es el poder personal que él debe ser foco de tu atención, y no el miedo!
Si piensas con respecto al miedo, el estará en tu mente! Aunque digas: «Esto no tiene el poder que le estoy dando» – estarás intentando disminuir mentalmente el poder que le atribuiste a la situación y puede ser en vano, en el caso que continúes sin ver tu poder!
Cuando digo poder personal, digo que sólo podrás encontrarlo dentro tuyo, cuando comiences a retirar tu atención y pensamientos del externo, del mundo, del «monstruo», y pases a colocar tu atención en ti mismo, en tu poder de elección, en tu yo interno que es quien tiene la luz y el poder de clarear tu visión, mostrándote a ti que nada, nada puede hacer cualquier mal real, a menos que tú mismo permitas que eso suceda.
Tú eres quien permite que este «monstruo» tenga esta forma, porque se ve como una pequeña hormiguita. Tú eres quien crea al monstruo o a la hormiguita! Ambos son proyecciones y fantasías de tu mente!
Deja de elegir ser una hormiguita!
Elige ser un ser divino y poderoso en amor y protección!
El camino hasta tu fuerza y real condición de poder necesita ser dirigido al yo interior!
Sé que estas palabras, en este momento, te pueden parecer casi incomprensibles, porque todavía no conoces donde comienza este camino al yo interior, porque todavía temes al externo, al mundo, al monstruo.
Por eso, antes que nada, busca ahora, en este momento, decidir qué quieres y ve a encontrar esa fuerza que está en tu yo interior!
Repite esto varias veces por día, porque los pensamientos negativos necesitan ser combatidos, para que puedas tener espacio para contactar tu yo interno.
Repite siempre: Estoy en contacto con mi fuerza interior! Repite esto cuando algún pensamiento negativo de miedo e impotencia entre en tu mente, y lo mismo que al principio, si dudas que puedes hallar esta fuerza, insiste y di: «Esta fuerza está en mi corazón y si en ese momento no la encuentro, ella me guiará y me protegerá de cualquier forma y cuando ella actué yo la reconoceré inmediatamente! »
Recuerda de que el problema no está en el tamaño del monstruo que tu creaste, pero si en el tamaño de la hormiguita que tú piensas ser!
No mires al monstruo, transforma la hormiguita!
Haz esto por ti! Tú lo mereces y vas a conseguir cambiar y quedarás en paz!
Queda en paz y armonía, en la fuerza y protección de tu verdadero yo!
Con mucho cariño,
Vera Calvet
Este tema forma parte del libro – Cuando yo abra los ojos
www.livrosrashuah.com.br