Saltar al contenido

FALTA DE CONCENTRACIÓN

Muchas personas llegan al Instituto Ráshuah, quejándose por su desatención, porque no consiguen mantener la concentración por mucho tiempo y porque se dispersan muy fácilmente.

La falta de concentración se debe a diversos factores; desde los físicos, los neurológicos, los psicológicos, el verdadero interés en el asunto, etc. hasta el hábito de dejar la mente suelta y sin objetivo.

El hábito de pensar sin un foco de atención constante, le puede ocurrir a cualquier persona que no sepa cómo mantener su atención en algo correctamente. Y la elección de lo que sea el foco correcto es lo que causa la mayoría de los hábitos nocivos en la línea de razonamiento. Porque no es tan fácil identificar el foco correcto cuando estamos, por ejemplo, delante de un problema que debe ser resuelto y no conocemos cómo se comporta nuestra mente. La tendencia al estar delante de un problema, en este caso, puede ser la de hacer foco en el problema y no en la solución.

Esto causa estrés y además, la no conclusión del pensamiento, que queda dando vueltas en la mente.

Veamos un ejemplo:

Digamos que tú recibes la cuenta mensual de la luz y por estar desempleado, no tienes en el momento el dinero suficiente para saldarla. Cuando tú haces foco en el problema y no en la solución, viene el miedo y la impotencia, porque tu tendencia será pensar:

«Tengo que pagar la cuenta de la luz (problema). Me van a cortar la luz (problema) y si me cortan la luz, no podremos ni tener comida en la heladera (problema), estoy desempleado (problema) y no tengo como pagar la cuenta (problema), pero no puedo hacer nada, si nadie me da empleo (problema), tengo que pagar la cuenta (problema)»

Esta línea de pensamiento sigue, haciendo foco en el problema, que crea como consecuencia otros problemas ligados y tiende a volver al problema inicial, estableciendo a partir de ahí, un círculo vicioso.

Por culpa de este razonamiento con el foco de atención puesto en el lugar errado, la consecuencia será miedo, impotencia y tensión.

Ahora vamos a ver la secuencia de pensamientos que se da con el foco puesto en el lugar adecuado, que es la solución:

“Tengo una cuenta a pagar (este es el problema). ¿Cómo puedo resolver ésto? (Esta es la pregunta que va a direccionar tu mente para el lugar correcto). Me puedo ofrecer para hacer y vender la torta para la fiesta de la hija de mi vecina (esta es una solución posible) o puedo ofrecerme para coser y arreglar ropa de los vecinos (otra posible solución) o pintar alguna cosa que necesiten mis vecinos (otra posible solución) o puedo…. y por ahí es el camino, el pensamiento va buscando posibles soluciones, hasta que encuentres una que te guste y que resuelva tu cuestión.

Fíjate que el problema “pagar la cuenta” sólo entró en la secuencia recién mencionada una vez, y sirvió sólo para iniciar el razonamiento y mantener la mente en el foco correcto, que es la solución, y no el problema.

 

¿Estás con problemas de concentración? Busca enfocar tu atención en las posibilidades y no el problema. Esto ayuda mucho!

 

En el curso de meditación Ráshuah Módulo I, tanto en el libro, como en el curso presencial, esta cuestión es tratada a través de la cuarta técnica de Meditación Ráshuah, donde el alumno aprende a focalizar su atención a través de la comprensión de lo que causa su dispersión, y entrena esa focalización a través de la técnica aprendida.

 

Con mucho cariño,

Vera Calvet

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.